Comentario No. 068
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Fecha: 1501, octubre 16. Sevilla, España
Tema: Un hombre negro llamado Pedro fue contratado en Sevilla como sirviente para trabajar por dos años en La Española excavando en busca de oro o en cualquier otro cosa que le asignara su empleador, a cambio de un salario y hospedaje, comidas y bebida durante el periodo acordado en el contrato
Fuente: Archivo Histórico Provincial de Sevilla, Protocolos Notariales, 9101P, Libro Unico, fo.604ro-604vo, Oficio 15, Escribano Público: Benal González Vallecillo
Hacia 1501 alguna gente con mente empresarial en España (en este caso, en la metrópolis comercial sureña de Sevilla) habían oido o leido lo suficiente sobre las riquezas naturales de La Española como para ya estar pensando en arriesgar algún capital, y dando pasos al respecto, en la explotación de los recursos de la nueva colonia al otro lado del Atlántico a cambio de una ganancia, y la gente negra ya era parte de esos planes. Ese año un Juan de Saravia contrató bajo salario a un hombre negro llamado Pedro, que había sido sirviente de un mercader genovés, para ir a La Española en una expedición a punto de partir desde Sevilla, a trabajar durante los dos años siguientes en la excavación de oro en la isla y en cualquier otra cosa que se le asignara hacer mientras estuviera en ella.
A cambio de su trabajo de minería en La Española, Pedro recibiría de parte de Saravia, durante los dos años del contrato, y dese el día en que se embarcara hacia La Española, el equivalente de albergue y comida completos (literalmente la comida, la bebida, el alojamiento y cama) “segund se diere en la dicha isla a los otros trabajadores e oviere las viandas” más un salario de 6,000 maravedís por año, más un 5% de lo que Pedro excavara. (Hasta un 50% se debía pagar a la Corona de España, y 45% presumiblemente quedaba para Saravia, el inversionista.)
Los honorarios de Pedro se debían paga por plazos, cada cuatro meses durante el año en La Española. Si Saravia se dilataba, como penalidad debía pagarle a Pedro el doble de la cantidad acordada. Por otro lado, si Pedro decidía abandonar antes de transcurrir la duración del contrato, él estaría obligado a contribuir el doble de la cantidad del salario del trabajador que Saravia pudiera encontrar para reemplazarlo, más cualesquiera gastos adicionales que implicara el encontrar un sustituto.
Hubo población negra, por tanto, que participó en los componentes capitalistas de la colonización y explotación de las Américas, en este caso desde el ángulo del trabajo asalariado, desde el comienzo de este proceso histórico. Y La Española fue el escenario inicial de esa participación. Por tanto, en cierta manera, podemos parafrasear la descripción de La Española como “la cuna de la negritud” diciendo que ella fue, también, “la cuna del capitalismo” en las Américas.